¿Cuánto tiempo se necesita para superar una relación?

Esta es la historia de una mujer cuya relación disfuncional no la dejaba seguir.

Cuando le dieron mi número telefónico llevaba ya una semana sin comer y dormía solo tres horas al día, había dejado el trabajo y solo se dedicaba a pensar en esa persona.

La última vez que habían terminado «definitivamente» había estado un año deprimida haciendo todo a medias, sin querer sentir el dolor de la perdida y en paradoja el dolor no cesaba jamás, a ratos se le olvidaba, pero constantemente sentía tristeza y mucho coraje. Ocasionalmente se reunían para reclamarse y a reafirmar la separación y esto solo provocaba que se incrementaran los días de dolor de la perdida. Hasta que un día amaneció y ya no le dolía más, sentía bienestar y pudo continuar su vida.

Pasaron unos meses, volvió a disfrutar su trabajo, salía a bailar con amigos y regresó a la escuela, entonces vino la cita para refrendar la separación, sólo que esta vez decidieron darse otra oportunidad. Estuvieron juntos un año más y al ver venir el irremediable final, el temor de volver a sufrir, de no dormir bien, además de mal comer eran muy grandes, todo parecía que la historia se repetiría.

“¿Te puedo llamar?”

Cuando se comunicó para sacar la cita lo antes posible me hizo la pregunta “¿Te puedo llamar?” Le expliqué que estaba comiendo, pero que, si quería mientras podía escribir lo que necesitara hablar y que después de comer con gusto podríamos platicar; comenzó a escribir y yo a leer. Escribió su historia durante una hora y cuando terminó le pregunté si podía esperar una hora más para nuestra cita o si aún quería hablar, a lo que respondió que esperaba.

Llegó a la cita sonriendo y con un vaso en la mano. Me explicó que tuvo hambre y que venía de comer, que algo se había arreglado en ella al escribir su historia.

Comenzamos la sesión analizando el patrón disfuncional y ofrecí alternativas, desde esa sesión su vida ya había dado un giro.

Hicimos reflexiones para ayudar a cerrar la relación y al pasar cinco semanas ya no había más dolor, después ya no quedaba rastro sensible de esa relación y por fin había iniciado una nueva carrera y estaba en el emprendimiento de un nuevo negocio.

En la terapia ayudamos a que haya fluidez en los procesos de sanación emocional, de tal forma que aquello que por nosotros mismos tardamos años en resolver, con terapia lo logramos en un breve momento. Si respetamos nuestro ser y orientamos sanamente la energía vital, la tristeza, el dolor y la rabia se extinguen para dar pasó a una nueva versión de ti.

Así como ella ¿tú también tienes una relación pasada que te sigue atormentando? Supérala con nosotros, tenemos un programa de siete días y si lo combinas con terapia, lograrás resultados insospechados.

Salte de ese círculo que parece no tener final, agenda tu cita hoy.