Esta es la historia de una señora que tiene arriba de 50 años. Desde joven ha sido atractiva para los hombres en el aspecto sexual y al darse cuenta de su poder, comenzó a tener relaciones físicas sin intercambio emocional.
Su temperamento es explosivo y dominante, es impulsiva y de carácter fuerte, había cambiado de pareja con mucha frecuencia a lo largo de los años hasta que su pareja actual, un hombre 15 años menor que ella, la enamoró de verdad y así comenzó el deseo por tener una vida asentada en un hogar y compartiendo las responsabilidades, las familias y sobre todo el amor.
En la llamada me habla de su temperamento y de lo difícil que es su carácter con una voz de rechazo a sí misma, a lo que le comento que la terapia es un proceso que lleva tiempo y le propongo un tratamiento de tres fases:
- Aceptarse y conocerse.
- Dejar ir relaciones pasadas y construir el perfil de pareja ideal.
- Vivir con el propósito de formar una familia.
Cuando le compartí el plan de tratamiento que idee para ella, se emocionó y me dijo que jamás le habían hecho un plan trazado a la medida de sus necesidades, por lo que se sentía muy comprometida.
La primera cita hablamos del amor a uno mismo y que aplazar la felicidad produce frustración e ira. Hablamos de lo que le molestaba de su vida y descubrimos un dolor oculto, ahora estaba lista para sentir plenitud.
La siguiente semana hablamos del trabajo y de darnos tiempo, hicimos un ejercicio de cerrar ciclos y encontró que pedía a sus parejas elementos que ella era capaz de satisfacer sola. Cuando comenzó a darse esa satisfacción, empezó un cambio que no se esperaba, estaba más feliz y tranquila, era más paciente.
Para la siguiente sesión trabajamos el dejar ir relaciones pasadas y pudo asumir responsablemente la perdida: «te amé, pero tuve miedo a no ser suficiente». En la vida hay que decidir y actuar en consecuencia, estar con «sí pero no» es un problema.
En esa semana tuvo una discusión muy fuerte con su familia y sintió que la terapia no le estaba sirviendo, así que me pidió tiempo. Le dije que claro que sí, que la puerta se quedaba abierta para cuando quisiera seguir con su propósito.
En la sesión anterior descubrimos la raíz del problema, el miedo a su propio brillo, al amor y a la reciprocidad equilibrada. A veces, necesitamos tiempo para asimilar nuestro valor personal. Sé que volverá cuando esté lista para cumplir su sueño.
Tú tienes un sueño, algo que quieras cumplir íntimamente. Algo que desees lograr y que, aunque has intentado mucho y de diversas formas, no logras… ¿en qué te ayudo?
Acércate a nosotros, en cetpi podemos ayudarte para que logres lo que te propongas.